Patir como filosofía de vida

Patir como filosofía de vida

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Despedida

Es en este momento en el que echo mi mirada atrás, para ver qué ha sido mi vida, qué he hecho de ella, qué debería haber hecho, y qué no...Porqué he llegado hasta aquí así...En poco tiempo todo se ha acelerado rápidamente, como si fuese un coche sin frenos precipitándome inexorablemente a la muerte...Siento que me han robado la vida, ¡mi vida!, sin ninguna explicación, sin ninguna razón... Mis días se han agotado, me siento caer, sin poder gritar, sin ser escuchado. No quería que todo terminara, no quería morir. Me gustaba vivir, me gustaba mi vida, aun con los malos días, con los desamores, las tinieblas... Y ahora que todo ha acabado puedo decir sin avergonzarme, sin sentirme pedante o drogado por un extraño efluvio vital, ¡sí, he sido feliz!. En mi corta vida, he intentado ser bueno, hacerme amigo de mis vecinos y vecinas, querer y hacerme querer. Alguna vez lo conseguí...¡Oh, esos ojos! Aún hoy recuerdo el brillo que desprendían, la sonrisa que se dibujaba en ese iris... y al hacerlo se me eriza la piel, como aquél primer día, y un escalofrío recorre mi espalda. Ella fue la primera que me quiso, que creyó en mí...Pero luego hubieron otras...y qué demonios, ya no me queda nada por perder, también hubieron otros...¡Qué más da uno u otras! Nos entendíamos, nos apreciábamos, nos valorábamos...aprendimos a encontrarnos y a querernos. Aquí os dejo estas últimas palabras. No se si llegarán a tener sentido para alguien, o son simplemente los últimos recuerdos tenebrosos, nebulosos e inconexos de lo que una vez fui. Estas palabras no son para que lloréis por mí, si no para que me invoquéis cual ave fénix, para serviros de faro en una nocturna tempestad, para desmontar la falacia de mi natural existencia, para que recordéis que una vez fui y estuve, para que me restituyáis. Son por vosotros, para vosotras.
Por cierto, quizás debí aclararlo antes, yo no fui hombre ni mujer, yo os pertenecí, yo fui vuestra lucha, vuestro slogan, vuestra victoria. Pero me violaron, me maltrataron, me sepultaron y acabaron con mi vida. Yo fui el derecho a la Protesta. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario